El mundo sin Bin Laden
Pese al triunfalismo por la muerte del líder de Al Qaeda, EU no parece preparado para enfrentar otros riesgos globales como el crimen organizado, la crisis financiera, el desgaste de sus agencias y su liderazgo.
“Sin Bin Laden el mundo es un lugar más seguro”. Con esta frase, el presidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, sentenciaba el triunfo de su administración sobre el terrorismo, flagelo elevado a la categoría de mayor amenaza a la seguridad internacional tras los atentados terroristas perpetrados en Nueva York, Washington DC y Pensilvania el 11 de septiembre de 2001 (11-S). Sin embargo, esta aseveración parece prematura si se considera el desgaste político, militar y económico estadunidense a lo largo de 10 años en los que Washington se enfrascó en dos grandes conflictos armados: Afganistán e Irak, amén de la reciente crisis financiera internacional —que se originó justamente en el vecino país—, todos ellos hechos que mermaron considerablemente la imagen, el liderazgo y la capacidad de gestión de ese país a nivel interno y externo.
Ciertamente la imagen del presidente Obama cambió tras el operativo para emboscar y eliminar a Bin Laden. Desde que asumió la primera magistratura de EU, Obama modificó el estilo y la actitud punitiva, aislacionista y belicosa de su antecesor George W. Bush. Se mostró favorable al multilateralismo y a la Organización de la Naciones Unidas (ONU); reforzó los vínculos con sus aliados y hasta obtuvo, inmerecidamente, el premio Nobel de la Paz. Los opositores de Obama, por supuesto, criticaban lo que percibían como “flaqueza” en la política exterior estadunidense, y más de uno advertía que esa imagen de cooperación y “vinculación constructiva” (constructive engagement) del mandatario podía ser contraproducente, dado que incitaría a los “enemigos de EU” a hacer de las suyas.
INTERESES Y REACOMODOS EN EL GOBIERNO
El asunto WikiLeaks, sin embargo, puso de manifiesto que lo único que verdaderamente había cambiado con el arribo de Obama a la Casa Blanca eran las relaciones públicas. Según los diversos cables que se han venido divulgando en los medios de información del mundo, EU sigue teniendo intereses, no amigos; sigue desconfiando de sus aliados (a quienes, por cierto, espía); sigue empecinado en luchar contra el terrorismo; duda de la capacidad de gobierno y gestión de buena parte de los mandatarios del planeta; mantiene rivalidades estratégicas de larga data con Rusia y la República Popular China, y un largo etcétera. Aun cuando los cables diplomáticos que todos los días circulan de manera confidencial en el mundo informan en ese tenor sobre lo que observan y valoran en cualquier rincón del planeta —y ojo, no sólo los cables de manufactura estadunidense—, ciertamente EU ha tenido que desarrollar una “operación cicatriz” con sus aliados y hasta con los que no lo son. Por lo tanto, la administración Obama ha sido vista con desconfianza y poca credibilidad por parte de las naciones.
A lo anterior hay que sumar las presiones y reacomodos en los cuerpos de inteligencia y seguridad de EU durante el actual gobierno, lo que ha desatado una pugna entre palomas y halcones —aunque, al decir de muchos, la verdadera pugna es sobre todo entre quienes son más halcones. En fechas recientes se ha confirmado —los rumores han estado presentes por meses— el retiro de Robert Gates al frente del Pentágono, que ha sido reemplazado por quien hasta ahora estaba al frente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) Leon Panetta, además del nombramiento en el lugar de éste del general David Petraeus —quien, entre otras funciones, ha estado a cargo del Comando Central (Centcom, por su acrónimo en inglés). La designación de Panetta al frente de la CIA por parte del presidente Obama fue impugnada por la poca experiencia que aquel tenía en cuestiones de inteligencia. Con todo, en su ahora célebre discurso del primero de mayo, Obama dejó en claro que la emboscada que derivó en la muerte de Bin Laden fue producto de un arduo trabajo de los servicios de inteligencia estadunidenses —que incluyen a la CIA de Panetta—, con lo que se logra por fin restituir a “la compañía” al menos una parte del protagonismo y prestigio que perdió justamente con los sucesos del 11-S y el posterior nacimiento del Departamento de Seguridad de la Patria (Department of Homeland Security, DHS).
En la estructura del DHS, la CIA veía muy acotadas sus funciones, dado que el flamante nuevo ministerio, al menos en la administración de George W. Bush, estaba llamado a ser el principal coordinador de los cuerpos de seguridad estadunidenses. Claro que la monstruosa estructura del DHS parece haber sido un obstáculo para su óptimo funcionamiento, y tras desafortunados acontecimientos como, por ejemplo, el manejo de la crisis del huracán Katrina —el Katrinagate— más las corruptelas de diversos funcionarios de alto nivel de esa dependencia, todo parece indicar que la administración Obama ha buscado restituir atribuciones y márgenes de maniobra a la CIA, una agencia pequeña pero que cuenta con una enorme experiencia en tareas de inteligencia. Ante la muerte de Bin Laden ya nadie habla de Janet Napolitano —titular del DHS— y, en cambio, la figura de Panetta se ha encumbrado, tanto que próximamente será el titular del Pentágono; esto, para efectos prácticos, constituye un “ascenso”. ¿Y qué decir del general Petraeus, considerado por muchos como un héroe nacional? El “duro” Petraeus será quien encabezará la CIA. Y claro, estos enroques deben analizarse a la luz del anuncio del lunes cuatro de abril, hecho por el propio presidente Obama, en el sentido de que buscará su reelección en los comicios de noviembre de 2012. Seguramente que el huésped más distinguido de la Casa Blanca quiere congraciarse, a través de estas designaciones, con los sectores más duros — los halcones—, que podrían ser determinantes en la elección presidencial.
¿UN MUNDO MÁS SEGURO?
Pero, ¿realmente el mundo sin Bin Laden es un lugar más seguro? El próximo 11 de septiembre se cumplirán 10 años de los ataques, cuando el terrorismo fue elevado a la categoría de principal amenaza a la seguridad internacional. Así, la seguridad ha sido puesta, inclusive, por encima y por delante de las libertades individuales y los derechos humanos, como puede observarse en las medidas de seguridad reforzadas en puertos marítimos y aéreos, misiones diplomáticas, hoteles, etcétera, en todo el planeta. Pero además del divorcio entre la libertad, los derechos humanos y la seguridad, ésta también ha recibido la mayoría de los reflectores en detrimento de la agenda de desarrollo, pese a la relación simbiótica que debería existir entre una y otra. De hecho, EU ha debido enfrentar las consecuencias de procurarle al terrorismo tanta atención a costa de otros temas. Ahí está justo el huracán Katrina de agosto de 2005, el cual produjo mil 836 víctimas fatales (confirmadas), 135 personas desaparecidas y daños materiales superiores a los 81 mil millones de dólares. Tras Katrina, el DHS decidió incluir a los desastres naturales en su agenda de amenazas a la seguridad nacional estadunidense, a la par del terrorismo. Otro flagelo que tampoco es obra de Al Qaeda, la influenza AH1N1, que se originó en México y que se propagó por todo el mundo —y que llevó a que el propio presidente Obama declarara, el 25 de octubre de 2009, que esta enfermedad era una “emergencia nacional” en EU—, había provocado hacia el 20 de mayo de 2010, según la Organización Mundial de la Salud, 18 mil 138 decesos en el planeta. Problemas como los descritos —fenómenos naturales, epidemias- pandemias, etcétera— continuarán existiendo, pese a la muerte de Bin Laden, y seguirán amenazando a la seguridad del mundo.
Pero hablando específicamente del caso, parece prematuro pensar que el deceso de Bin Laden pone en jaque al terrorismo internacional y a Al Qaeda en particular: el mundo ha cambiado mucho y no es razonable equiparar el impacto de la muerte del saudí con el de la de Adolfo Hitler. En este último caso, es evidente que la organización por él presidida quedó faltamente mermada con su muerte, dado que su estructura era vertical y respondía a las acciones del “líder”. Pero una característica de las organizaciones criminales en estos tiempos de globalización es su capacidad para aprovechar las oportunidades que genera la “conectividad” en el planeta, y agrupaciones como Al Qaeda se estructuran como una red: aun cuando alguno de los líderes sea eliminado, la red puede seguir funcionando. Es decir, no porque Osama Bin Laden —de quien, se dice, ya estaba muerto políticamente— haya sido emboscado y asesinado, Al Qaeda desaparecerá, ni tampoco el terrorismo dejará de existir. El reto para los cuerpos de seguridad de los países es pensar y estructurarse de manera adecuada para enfrentar a las organizaciones criminales que gozan de gran flexibilidad, y que pueden aparecer, desaparecer y reaparecer con relativa rapidez. En cambio, los cuerpos de seguridad de los países aún se estructuran verticalmente y, por lo tanto, tardan en responder al desafío terrorista y/o del crimen organizado.
El mayor éxito de Al Qaeda fue haber logrado destruir la credibilidad y el liderazgo de EU en el mundo del nuevo siglo, al transmitir el mensaje de que el país más poderoso del orbe, la “única nación indispensable” —como decía William Clinton—, no pudo ni siquiera cuidarse a sí misma aquella fatídica mañana del 11-S. Ciertamente esa acción de Al Qaeda inspiró a otras organizaciones a seguir sus pasos, por lo que persiste el riesgo de ataques terroristas contra objetivos estadunidenses no solamente por parte de esa organización. Así, los conflictos asimétricos serán la principal característica del siglo XXI, sobre todo mientras los cuerpos de seguridad de EU sigan privilegiando escenarios de confrontación convencionales frente a la versatilidad de terroristas y organizaciones del crimen organizado.
LIDERAZGO EN ENTREDICHO
Hay varios puntos a considerar con los hechos recientes. En primer lugar, la muerte de Osama Bin Laden no restaura de manera automática el liderazgo ni la credibilidad de EU en el mundo. La crisis económica global pone en evidencia la incapacidad estadunidense para conducir a la comunidad de naciones por senderos de prosperidad, y las empresas e instituciones financieras responsables de la crisis no han pagado sus facturas, y no parece que ni el gobierno de EU ni ningún otro las vaya a llamar a cuentas ni a castigar por su comportamiento. Lo que es más: en los tiempos de la crisis capitalista que se inició en 1929, fueron los países más avanzados los que asumieron las políticas necesarias. Hoy, en una actitud francamente deshonesta e inmoral, EU y sus aliados occidentales buscan que sean los llamados “países emergentes”, en particular India y China, quienes encabecen la recuperación ante la crisis global, pese a las claras limitaciones sociales y económicas de ambas naciones.
En segundo lugar, a propósito del liderazgo y la credibilidad, EU señaló tras los sucesos del 11-S que Osama Bin Laden, un millonario saudí a quien Washington apoyó fuertemente en los tiempos de la invasión soviética a Afganistán, era el autor intelectual de los atentados, aunque Bin Laden tardó mucho tiempo en reivindicarlos. A 10 años de esos acontecimientos, EU afirma haberlo emboscado y tener bajo custodia su cuerpo, para anunciar, apenas unas horas después, que los restos mortales del hombre más buscado del universo fueron “arrojados al mar”. Es verdad que mostrar el cuerpo inerte de Bin Laden a la opinión pública mundial podría convertirlo en una especie de mártir a los ojos de muchos países agraviados por la política exterior estadunidense, pero al día de hoy hay pronunciamientos de diversas agrupaciones y comunidades en la región de Medio Oriente que consideran que Bin Laden no está muerto y que EU miente.
En tercer lugar, la situación de Pakistán —vecino de Afganistán— se convirtió en muy delicada. Numerosos analistas en Washington insisten en considerar a ese país un Estado fallido, y otros advierten la abierta simpatía y el apoyo brindado por los pakistaníes a todos los niveles —gubernamental y social— a los talibanes. No se olvide que Pakistán es un país políticamente inestable y que, además, posee armas nucleares.
El sitio donde Bin Laden fue presuntamente emboscado, Abbottabad, se encuentra a unos 100 kilómetros de Islamabad, y allí residen diversas academias e instalaciones militares pakistaníes, lo que corrobora la percepción de que Bin Laden se encontraba ahí no sólo con pleno conocimiento de las autoridades de Pakistán, sino que, inclusive, se beneficiaba, hasta cierto punto, de su protección. Hoy las autoridades pakistaníes han confirmado que el Operativo Gerónimo se efectuó sin que EU se los notificara, lo que incrementa las sospechas en torno a cuánta información tenía Pakistán sobre el paradero de Bin Laden y, en todo caso, por qué no la compartió con Washington. Lo que sí es cierto es que para el régimen de Asif Zardari subsiste el riesgo de revueltas populares, porque, dadas las simpatías populares con los talibanes —presuntos protectores de Al Qaeda—, no faltará quien internamente lo acuse de debilidad frente a EU, cuyos dirigentes prefirieron “pedir perdón antes que pedir permiso”.
En cuarto lugar, la muerte de Bin Laden constituye, en principio, una victoria política para la administración de Obama. Pese a su anuncio de que buscará la reelección en los comicios de 2012, entre hoy y noviembre del próximo año pueden ocurrir muchas cosas; por ejemplo, que el electorado, preocupado por cuestiones más terrenales, como el desempleo y la crisis económica, se olvide de este gran “logro”. Así, no está garantizado que quienes fueron a “festejar” en los alrededores de la Casa Blanca y en la Zona Cero en Nueva York la muerte del saudita, le otorguen su voto de manera automática a Obama en noviembre de 2012. La memoria política del electorado, no se olvide, es de corta duración. George Bush padre logró una popularidad superior a la de Harry Truman cuando desarrolló la primera guerra contra Irak a principios de los años noventa. Todo parecía indicar que se reelegiría; sin embargo, tanto énfasis en la política exterior en detrimento de la situación económica interna lo llevó a la derrota frente a un William Clinton que basó su campaña electoral en la solución de los problemas internos y cotidianos de los estadunidenses. Algo similar podría ocurrirle al actual Presidente cuando se evapore el capital político que emana del cadáver de Bin Laden.
Finalmente es pertinente preguntar: ¿cuándo se irá EU —con sus aliados— de Afganistán? Las autoridades estadunidenses han hecho saber que seguirán luchando contra los talibanes, por lo que no parece que vayan a abandonar el territorio afgano: el terrorismo, dicen, sigue siendo allí una realidad, pero la justificación para permanecer en Afganistán por más tiempo se ve severamente mermada por la muerte de Bin Laden, y a la administración Obama le costará mucho trabajo explicarle a la opinión pública de su país —y del mundo— por qué hay que seguir luchando contra el terrorismo y por qué debe continuar la presencia de EU y sus aliados en Afganistán, justo cuando se requiere liberar recursos que permitan superar la crisis económica imperante.
A final de cuentas, el mundo, sin Bin Laden, no es un lugar más seguro. Todo lo contrario.
El último reducto del nacionalismo económico mexicano
El último reducto del nacionalismo económico mexicano
Aunque el nacionalismo parece ir a la baja en nuestro país, mantiene una fortaleza difícil de asaltar: el petróleo. En contraste, la apertura comercial y la inversión extranjera son cada vez más apreciadas por los mexicanos.
Así como en algún momento el petróleo representó la mayor expresión simbólica del nacionalismo mexicano, hoy parece ser su último reducto en un país que se vuelve cada vez más pragmático y volcado hacia las bondades del exterior. Ésta es una de las conclusiones de la encuesta “México, las Américas y el mundo 2010” (http://mexicoyelmundo.cide.edu/) realizada por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Este sondeo, que se ha realizado bianualmente desde 2004, obtuvo en su cuarto levantamiento las opiniones sobre nacionalismo, asuntos internacionales y política exterior de una muestra representativa nacional de dos mil 400 ciudadanos y de 494 líderes que ostentan puestos de mando tanto en el gobierno como en partidos políticos, empresas, medios, organizaciones sociales y en la academia.
Aunque en el año del bicentenario la encuesta muestra a una población mexicana y a unos líderes mayoritariamente patriotas, también revela que son muy críticos al encontrarse sólo medianamente satisfechos con los logros del país. A escala nacional, 81 por ciento de los ciudadanos y 78 por ciento de los líderes se sienten “muy orgullosos” de ser mexicanos, pero 43 por ciento de la población y 68 por ciento de los líderes están “algo o muy insatisfechos” con los logros que el país ha obtenido en 200 años de vida independiente. A pesar —o quizás a raíz— de esto, los mexicanos son cada vez más abiertos hacia el exterior y más receptivos ante los beneficios de la globalización: hoy, 50 por ciento de los connacionales (y 89 por ciento de los líderes) creen que es bueno para México que las ideas y costumbres de otros países se difundan internamente, cuando en 2004 apenas 27 por ciento tenía esa opinión. “Los mexicanos no están retraídos hacia el exterior y son pragmáticos en sus relaciones internacionales”, asegura Guadalupe González, profesora investigadora del CIDE y directora del proyecto.
DEL GREEN GO AL COME ON GRINGOS
Nacionalismo y patriotismo no son la misma cosa. Si el patriotismo es el orgullo por pertenecer a una comunidad nacional, el nacionalismo constituye una teoría política que generalmente surge como reacción ante desafíos o amenazas extranjeras, ya sean éstas económicas, políticas, militares o culturales. En los inicios de la nación mexicana, e incluso previamente a su independencia, la Corona española representó la amenaza o poder externo al que la retórica nacionalista buscaba hacerle frente; luego, por un breve lapso, ese lugar lo ocupó Francia. A partir de entonces y por casi un siglo y medio, el enemigo predilecto del nacionalismo mexicano ha sido el poderoso vecino del norte. Como bien explica Sergio Aguayo Quezada en su libro El panteón de los mitos (México, Grijalbo, 1998), tener una amenaza tan poderosa justo al otro lado de la frontera fue muy útil para el régimen priista, pues el hecho de que “Estados Unidos (EU) fuera presentado como una amenaza potencial también servía para inhibir a los mexicanos que querían expresar sus puntos de vista en el exterior y para justificar el insistente llamado a la unidad nacional en torno de un régimen que se presentaba como el único capacitado para defender la integridad y la soberanía nacionales”.
Sin embargo, dice el especialista, durante la segunda mitad del siglo XX, esta unidad interna frente al exterior salió sobrando, “pues EU no fue un enemigo del régimen, sino todo lo contrario, fue su amigo más fiel”. Así las cosas, en ambos lados de la frontera la estrategia resultó magistral: del lado estadunidense se quedaban callados ante el carácter claramente antidemocrático del sistema político mexicano, porque éste le garantizaba que sus intereses económicos y políticos serían satisfechos, mientras en México se optaba por seguir utilizando la idea de que la potencia estadunidense era una gran amenaza, para así poder satanizar a cualquiera que disintiera del régimen, acusándolo de estar vendido o rendido al imperialismo yanqui.
En la actualidad, según confirma el sondeo del CIDE, las mayorías siguen sintiendo un gran orgullo patriota (81 por ciento se siente muy orgulloso de ser mexicano), pero el odio o temor sentido ante la poderosa nación vecina prácticamente se ha desvanecido. EU no sólo es el segundo país mejor valorado por los ciudadanos encuestados (sólo después de Canadá) y Barack Obama el segundo jefe de Estado más apreciado (sólo detrás de Luis Inacio Lula da Silva), sino que la mayoría de los connacionales estaría de acuerdo en la unión con el vecino del norte para formar un solo país, siempre y cuando esto significara un mejoramiento individual en la calidad de vida. En 2010, 53 por ciento de los mexicanos se manifestó de acuerdo ante una eventual unión con EU, mientras que en 2004 esta cifra apenas llegaba a 38 por ciento. Y no es de extrañar que a la potencia estadunidense ya no se le vea como un enemigo, si se considera que el mismo sondeo muestra que 52 por ciento de los hogares mexicanos tiene a algún familiar viviendo en el exterior, y que el destino favorito para emigrar es precisamente EU, además de que 12 por ciento de las familias recibe remesas de un pariente que reside en aquel país. A pesar de estos datos, el ser parte o integrarse más con EU y con toda Norteamérica puede ser ya una aspiración, pero no es todavía parte de la identidad regional del mexicano: sólo siete por ciento se siente norteamericano, mientras que 51 por ciento se siente latinoamericano.
EL PETRÓLEO Y EL PORVENIR
“El petróleo es nuestro, México es nuestro, nuestro porvenir es nuestro”, es una frase que pudo haber dicho Lázaro Cárdenas del Río para justificar la expropiación de las empresas petroleras extranjeras. Y es que para muchos la cúspide del movimiento nacionalista mexicano fue la expropiación petrolera; pero no, esta frase, que con un silogismo sencillo podría llevar a la conclusión de que “el petróleo es el porvenir de México”, no fue pronunciada por el general Cárdenas, sino enunciada por su hijo, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, durante la campaña presidencial de 2000 en un discurso que después sería convertido en un muy repetido spot televisivo. Esto demuestra la larga vigencia que ha tenido el petróleo como fuente de identidad y soberanía. Como bien recuerdan los historiadores Lorenzo Meyer e Isidro Morales en su libro Petróleo y nación (México, Colmex y FCE, 1990), la decisión de nacionalizar este sector en 1938 logró “levantar en la sociedad mexicana una ola de entusiasmo y apoyo a la medida expropiatoria como no se había visto en México desde el triunfo maderista sobre la dictadura de Porfirio Díaz”. El nacionalismo llegó al grado de que para el líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en aquellos tiempos, Vicente Lombardo Toledano, dicha decisión del general Cárdenas fue el acto que marcó el verdadero inicio de la independencia política de México.
Hoy, aunque el fervor nacionalista por el petróleo ha disminuido entre la población, todavía es suficientemente alto como para que los políticos lo piensen dos veces antes de permitir cualquier intrusión de capital extranjero en la exploración o extracción del hidrocarburo. Según la encuesta del CIDE, la petrolera es la única industria donde todavía es más la gente que no desea que se autorice la inversión extranjera a la que sí lo quiere. Esto contrasta con otros datos del sondeo que muestran una evidente erosión del nacionalismo económico en el país, como lo muestran los siguientes porcentajes, el primero correspondiente a la población en general y el segundo a los líderes: 63 y 73 por ciento creen que el libre comercio es bueno para la economía nacional; 79 y 92 por ciento consideran que la inversión extranjera beneficia “mucho o algo” a México; 56 y 79 por ciento creen que el gobierno debe permitir la inversión extranjera en telefonía, en tanto en el sector eléctrico 47 y 70 por ciento consideran que el capital foráneo debe ser autorizado. Pero cuando se pregunta por la “producción, exploración y distribución de petróleo”, sólo 33 por ciento de los ciudadanos encuestados cree que debe ser permitida la inversión extranjera, mientras que 62 por ciento rechaza esta posibilidad; aquí, los líderes tienen una opinión diametralmente distinta, ya que 64 por ciento aprobaría la entrada de capitales de otros países.
SOFISTICACIÓN DE LOS MEXICANOS
Para Gerardo Esquivel Hernández, investigador del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, la encuesta refleja que existe entre la población cierta tendencia a reconocer los efectos positivos de la apertura comercial y de la inversión extranjera. “En ciertas zonas esto tiene que ver con la generación de empleo, pero en el país en general está relacionado con la mayor disponibilidad de productos y con mejores precios … Se está dando una especie de sofisticación de los mexicanos como consumidores, como demandantes de productos, que están satisfechos con esta parte del comercio y que demandan cierta calidad y ciertas características en los productos y que eso puede estar generando esta tendencia a favorecer la inversión extranjera en algunos sectores”, explica, y añade: “Se está reconociendo que la competencia y los productos extranjeros pueden estar ayudándonos a tener un nivel de vida más alto por la vía del consumo”.
Asimismo, menciona que en el caso de la telefonía o de la electricidad existe una clara tendencia ascendente para permitir más inversión extranjera, probablemente motivada porque las empresas —públicas o privadas— con alto poder monopólico sí están afectando directamente a los ciudadanos en la calidad y el precio de los servicios que reciben. Lo cual no sucede de la misma manera en el caso de los hidrocarburos: “Si uno piensa en el petróleo, quizás el impacto más directo viene a través del precio de la gasolina, pero éste no refleja lo que pasa en el mercado mundial; entonces, a los mexicanos les queda más la parte emocional, lo emotivo del discurso del petróleo”, añade Esquivel Hernández. “Y es plenamente comprensible que se le vea así: como una riqueza que no hay que perder, de la que obtenemos un renta extraordinaria y no se encuentran razones para dársela ya no sólo a los extranjeros, sino tampoco al sector privado nacional”.
Pero aún así, en el caso del petróleo —último reducto del nacionalismo económico mexicano— extraña que los ciudadanos sean tan recelosos de la incursión del capital extranjero, sobre todo si se considera que Lula, que llevara a Brasil a una mucha mayor apertura en este sector, es en el referido sondeo el jefe de Estado mejor evaluado por los encuestados. “Puede ser reflejo de una información equivocada o muy incompleta respecto a lo que Lula representa, a lo que hizo en el sector petrolero brasileño; creo que la gente no es muy consciente de la relación entre una cosa y la otra”, concluye Esquivel. Tiene algo de razón: la encuesta muestra a una población interesada en los asuntos públicos locales e internacionales, pero muy poco informada: sólo 60 por ciento de los ciudadanos sabe el significado de las siglas “ONU”, sólo 45 por ciento conoce cuál es la moneda común de la Unión Europea y sólo 77 por ciento sabe el nombre del gobernador de su estado. Con tales datos, esperar que los ciudadanos conozcan y entiendan sobre los contratos de riesgo en la exploración petrolera brasileña parece un verdadero exceso. O una ingenuidad.
Detienen a 183 inmigrantes
Detienen a 183 inmigrantes de Centroamérica, África y Asia en Puebla
Agentes de la Policía Federal detuvieron en Puebla a los indocumentados, quienes pretendían llegar a EU; fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración.
México.- Agentes de la Policía Federal detuvieron en Puebla a 183 inmigrantes indocumentados, la mayoría de Centro y Suramérica, y algunos de Asia y África, quienes pretendían llegar a Estados Unidos, informó hoy la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.
La fuente dijo que 118 son de Guatemala, 26 de El Salvador, 12 de Honduras, 9 de Nepal, 7 de Ecuador, 5 Sri Lanka, 3 de India, uno de Egipto, uno de Tíbet y uno de nacionalidad no identificada.
Agentes policiales ubicaron un predio en las inmediaciones de la comunidad de San Antonio Portezuelos, en el estado de Puebla, donde fue localizado un grupo de personas que dijeron ser extranjeros y que no contaban con algún documento que acreditara su legal estancia en México, dijo la SSP.
Los extranjeros, que "refirieron que tenían como objetivo llegar a los Estados Unidos", fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración, que determinará su situación.
Localizan casas de seguridad de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán
Localizan casas de seguridad de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en Mexicali, Baja California
La ubicación se logró luego de un tiroteo en que resultó detenido Héctor Guajardo 'El Guicho', líder de la célula en el estado
NotimexLa Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) dio a conocer que en dichas casas de seguridad se detuvo a otro integrante del grupo delictivo, identificado como Ismael Medina Ornelas, de 44 años, alias 'El Pariente', originario de Jalisco.
La dependencia explicó que este sujeto fue capturado en un domicilio ubicado en el Ejido Querétaro, y al ser asegurado manifestó que se dedicaba a cuidar propiedades de 'El Guicho', así como al traslado de droga.
Guajardo Hernández, de 33 años, principal operador financiero en el estado de la organización criminal de Joaquín 'El Chapo' Guzmán e Ismael 'El Mayo' Zambada, fue trasladado del Hospital General donde se encontraba herido, a las instalaciones militares.
La SSPE recordó que el arresto del presunto delincuente se realizó luego de seis meses de investigación que culminó aquí en un enfrentamiento donde fue herido 'el Guicho' y murió Julio César Flores Hurtado, 'El Lupis', uno de sus más cercanos colaboradores.
También dio a conocer que luego de que la noche de este lunes fuera trasladado 'El Guicho' como una medida de seguridad del nosocomio a las instalaciones militares, fue puesto a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR).
Anotó que los agentes estatales encontraron en poder de Guajardo Hernández un rifle AK-47 'cuerno de chivo' y 200 cartuchos para esta arma, dos pistolas 9 milímetros, así como dos cargadores de disco.
Guajardo Hernández residía desde enero de 2011 en esta capital, en donde pretendía llevar a cabo actividades delictivas; cuenta con varias averiguaciones previas y órdenes de aprehensión por homicidio, robo con violencia y secuestro.
Farc aportaron unos 400.000 dólares a la campaña de Correa
Según informe: las Farc aportaron unos 400.000 dólares a la campaña de Correa
Londres, 10 may (EFE).- La guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-EP) aportó unos 400.000 dólares en 2006 a la campaña electoral del actual presidente de Ecuador, Rafael Correa, según un informe presentado hoy en Londres por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, en sus siglas en inglés).
De acuerdo con el estudio, elaborado a partir de datos internos de las Farc -confiscados por el Ejército colombiano en marzo de 2008 tras un bombardeo en el que murió el líder guerrillero Raúl Reyes-, el grupo pagó 400.000 dólares, de los cuales 100.000 habrían provenido directamente de sus arcas y otros 300.000 de aliados.
En el dossier difundido hoy y escrito principalmente por el académico James Lockhart Smith, se anexan documentos obtenidos por el Iiss de la Comisión Electoral ecuatoriana que demostrarían esos ingresos, a veces bajo el nombre de un grupo llamado Movimiento País.
Según el instituto, Correa habría aprobado la recepción de esos fondos para su campaña, “pero eso no condujo a una política de apoyo estatal a los insurgentes durante el corto periodo entre el ascenso de Correa a la presidencia y la muerte de Reyes”, se precisa en el estudio.
Curiosamente, al principio, cuando Correa anunció su candidatura presidencial, las Farc desconfiaron de sus credenciales ideológicas de izquierdas, pero se interesaron por establecer vínculos cuando empezó a aumentar la popularidad del político.
Previamente, la presencia de la guerrilla colombiana en Ecuador había sido variable, debido a que ese territorio no era siempre seguro, ya que también operaban agentes de los gobiernos colombiano y estadounidense.
“Las Farc nunca obtuvieron apoyo estatal ecuatoriano semejante al que lograron en Venezuela”, sostiene el Iiss, si bien con el tiempo, precisa, establecieron contactos con ciertos políticos, como Lucio Gutiérrez antes de su elección a la presidencia en 2003.
Pese a todo, Reyes -cuyo verdadero nombre era Luis Edgar Devía Silva- tuvo una base relativamente estable en Ecuador desde ese mismo año hasta su muerte en 2008 en el asalto por parte del Ejército colombiano.
Los archivos sobre los que se basa el informe, obtenidos tras ese bombardeo, indican, de acuerdo con el instituto, que “el mayor deseo de Correa era que las FARC le confirieran un papel en el ‘intercambio humanitario’ (en relación con la liberación de rehenes) similar al desarrollado por el presidente venezolano, Hugo Chávez”.
Tras esto, se interrumpió la relación creciente de las Farc con Quito, y no hay pruebas de que se haya retomado, afirma el estudio presentado hoy.
Las Fuerzas Armadas de Colombia requisaron en la redada de marzo del 2008 ocho dispositivos de memoria dentro de un maletín de metal perteneciente a Reyes y en el que también había documentos históricos de las últimas tres décadas de la organización.
Tras pedir a la Interpol que verificara que esos archivos no habían sido alterados, el Gobierno de Colombia solicitó al IISS que analizara su contenido, según explicó hoy el director del instituto para Amenazas trasnacionales y riesgo político, Nigel Inkster.
En cuanto a la relación con Venezuela, una de las principales conclusiones del estudio es que el Gobierno de Chávez “permitió a las Farc operar en su territorio”, les ofreció ayuda financiera e incluso les pidió “que entrenaran a grupos paramilitares para defender la revolución frente a otros golpes de Estado o invasiones externas”.
Gobierno de Ecuador niega que Correa recibiera dinero de las Farc
El vicecanciller de Ecuador, Kintto Lucas, tildó de “totalmente falsa” la alegación de que el presidente Rafael Correa recibió unos 400.000 dólares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para su campaña de 2006, como dice un informe de un instituto londinense.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (Iiss, en sus siglas en inglés) elaboró su estudio a partir del material informático presuntamente confiscado por el Ejército colombiano en marzo de 2008 en territorio ecuatoriano tras un bombardeo en el que murió el líder guerrillero “Raúl Reyes”.
“Nosotros siempre dijimos que no reconocíamos los discos duros, porque no sabemos si realmente son reales o inventados”, dijo a Efe Lucas, quien denunció que “se ha roto la cadena de custodia” de esos discos, por lo que alguna agencia de inteligencia puede haber “inventado” la información.
“No vamos a reconocer ninguna información de esas porque no tienen ninguna veracidad”, sostuvo el vicecanciller, quien enfatizó que es “totalmente falso” que Correa recibiera los fondos de las Farc para su campaña presidencial en 2006, como señala el informe.
También recordó que las mismas acusaciones se realizaron inmediatamente tras la muerte de Reyes. “No hay ninguna cosa nueva” en el informe, añadió.
Según el IISS, Correa aprobó la recepción de esos fondos para su campaña, “pero eso no condujo a una política de apoyo estatal a los insurgentes durante el corto periodo entre el ascenso de Correa a la presidencia y la muerte de Reyes”, se precisa en el estudio.
El material informático con el que se hizo el informe fue entregado al IISS por el anterior gobierno colombiano, encabezado por Álvaro Uribe, el cual ordenó la operación que llevó al bombardeo del campamento de “Raúl Reyes” en territorio ecuatoriano, en el que murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y una veintena de personas másEE UU cometió “un gran pecado
Al-Qaeda: EE UU cometió “un gran pecado al matar a bin Laden y pagarán el precio”
EL CAIRO (AP) — Al-Qaeda dijo que Estados Unidos cometió un “gran error” y un “gran pecado” al matar a Osama bin Laden y pidió a los musulmanes vengar su muerte.
En una declaración colgada en la internet, la filial de al-Qaeda en la red, al-Fajr, dijo que los estadounidenses “pagarán el precio” por el ataque del 2 de mayo que mató a bin Laden en su escondite de Pakistán.
La red terrorista reconoció que el presidente Barack Obama “es protegido por ejército”, pero preguntó a los estadounidenses: “¿Quién les protegerá de nuestro ataque?”.
Pidió además a los musulmanes que usen la muerte de bin Laden como motivación para realizar más ataques, según una transcripción entregada el martes por el grupo SITE Intel, que vigila las comunicaciones militares.
La declaración fue colgada el lunes en varias páginas islámicas.
La “deplorable” actuación de la Otan en Libia
Valero critica la “deplorable” actuación de la Otan en Libia
Nueva York, 10 de mayo de 2011 (Venezuela-ONU).- Venezuela acusó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de actuar selectivamente en la escogencia de los civiles que necesitan protección y los que no tienen derecho a ésta, así como de aplicar sesgadamente el régimen de sanciones para castigar a gobiernos que no son de simpatía de algunos de sus miembros.
El Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante las Naciones Unidas, Jorge Valero reafirmó la condena de Venezuela a las agresiones contra poblaciones civiles, “cométalas quien las cometa”, y deploró el lanzamiento de ataques indiscriminados con misiles y bombas sobre territorio libio, que han matado a civiles incluso a tropas de las fuerzas opositoras, en lugares que nada tienen que ver con la zona de exclusión aérea o con el resguardo de civiles.
En nombre de Venezuela condenó el asesinato de un hijo y tres nietos del líder libio Muammar Gaddafy, entre ellos un bebé de 4 meses, en uno de los bombardeos que día tras día masacran a civiles en esa nación africana, y reiteró la demanda del gobierno Bolivariano para que Naciones Unidas condene esos actos ilegales.
El Embajador advirtió que el IV Convenio de Ginebra y el Estatuto de Roma tipifican como crimen de guerra el uso desproporcionado e indiscriminado de la fuerza, el ataque a civiles, y la imposición de castigos colectivos.
En un discurso sobre Protección de civiles en conflictos armados, ante el Consejo de Seguridad, el diplomático dijo que es alarmante que miembros de ese Órgano provean armas, asesoría militar y forman parte de la estructura militar de la oposición en Libia, en abierta contravención de la Resolución 1973.
“Es deplorable que las fuerzas de la OTAN actúen como un ejército al servicio de un grupo insurgente que adversa al gobierno de Libia, desvirtuando el carácter humanitario que tiene la protección de los civiles en los conflictos armados”, lamentó el representante venezolano, quien también reprobó que algunos países que hacen parte del Consejo de Seguridad busquen un cambio de régimen en Libia, contraviniendo la Carta de las naciones Unidas
Ratificó el llamado de la República Bolivariana de Venezuela de crear mecanismos internacionales independientes e imparciales que se encarguen de monitorear el cese el fuego, de promover el diálogo entre las partes y negociar una solución pacífica al conflicto, que preserve la soberanía e integridad del territorio libio.
Venezuela, denunció, considera que países poderosos están manipulando el concepto de responsabilidad de proteger, que sólo buscan imponer sus intereses en el mundo. La responsabilidad de proteger es competencia exclusiva de los Estados, advirtió el Embajador ante la ONU y recordó que la asistencia que la comunidad internacional puede brindar en ese sentido debe ser de apoyo a los esfuerzos nacionales, si el Estado afectado lo solicita.
Venezuela rechaza informe
Venezuela rechaza informe que intenta vincular al país en el conflicto colombiano
Caracas, 10 May. AVN .- La embajada venezolana en Reino Unido envió un comunicado en el que rechazó categóricamente los señalamientos realizados por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (Iiss, por sus siglas en inglés), sobre la supuesta vinculación del país suramericano con el conflicto interno colombiano.
La sede diplomática expresó su preocupación porque la información contenida en el dossier, basada en los cuestionados datos guardados en el presunto computador de Raúl Reyes, “parece un expediente dudoso de América Latina”.
El comunicado considera que el informe “podría convertirse en parte de una herramienta de propaganda agresiva contra Venezuela”, con el propósito de socavar el progreso de la región, precisamente cuando las relaciones entre Caracas y Bogotá han alcanzado un nivel de cooperación estable y de diálogo amistoso.
El texto oficial puntualiza que el estudio del Iiss, titulado “Los Archivos de las Farc: Venezuela, Ecuador y el Archivo Secreto de Raúl Reyes” presenta inexactitudes básicas por estar sustentado en “pruebas” que han sido desestimadas por la propia justicia colombiana.
“La Corte Suprema de Colombia ha rechazado las “evidencias” procedentes de los equipos (de Reyes) al considerarlas un recurso inadmisible en el proceso contra los políticos colombianos”, detalla la comunicación publicada en la página web de la embajada.
La misión diplomática expresó además su sorpresa por la decisión del Iiss de utilizar documentos cuya manipulación ha sido cuestionada incluso por la Policía Internacional (Interpol), organización que alertó acerca del manejo de los supuestos archivos de Reyes, el cual no está ajustado “a los principios reconocidos internacionalmente para el manejo ordinario de pruebas electrónicas por aplicación de la ley”.
“Habida cuenta de estas fallas, la embajada señala que los hechos ponen en tela de juicio la calidad del resto del informe”, puntualiza el texto diplomático.
La dudosa procedencia de los datos del estudio “es sólo uno de los factores que arrojan dudas sobre la autenticidad y validez de la información”, reza la comunicación.
Por último, la representación de Caracas en Londres recalcó que la Interpol también ha declarado que no puede verificar la “exactitud de los archivos de usuario”, ni tampoco probar que los archivos no fueron manipulados previamente antes de ser entregados a la Policía Internacional.
“La comunidad internacional no debería aceptar como válido el uso de esos archivos por parte del instituto británico”, aseveró la nota de la embajada
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