Friday, May 13, 2011

Grecia

Rescate fallido

GEES

El entorno se anuncia más claro de lo que parece: dracma y quiebra ordenada para el que no tenga el nivel del euro, con diabólicamente complejas medidas transitorias, y euro para los demás.

Un año ha,comenzó la fiebre de los rescates con la "salvación" de Grecia. Esta afección seguía el modelo de las ayudas con dinero público a bancos de negocios americanos para evitar un riesgo que se bautizó con desprecio al diccionario como "sistémico". A una y otra orilla del Atlántico descubrimos que la solución a los problemas económicos no se encontraba en los principios de la economía, ciencia de los recursos escasos, ni en el respeto al estado de derecho que inventó la quiebra precisamente para salvar de una institución lo que fuera salvable, sino que el remedio era dispararle al problema con dinero público, es decir, o del contribuyente o aportado por naciones foráneas, y a término por el descendiente del contribuyente o de su vecino.

La estrategia ha fracasado.

El viernes pasado Der Spiegel anunció una reunión secreta de miembros del euro en Luxemburgo para hablar de la posibilidad de que Grecia, que necesita 60.000 millones suplementarios a los 110.000 que se planearon para reflotarlo hace un año, saliera del euro. Mientras los ministros lo desmentían a la bajada del avión, nadie les creía.

Ayer, Merkel advertida de las reticencias de británicos, fuera del euro pero implicados, holandeses y ahora finlandeses a aprobar más rescates mientras se dan los retoques al de Portugal, convocó una conferencia para tratar de la situación. Al tiempo, el presidente español anunciaba que no viajaría a Noruega a una tenida con colegas socialdemócratas, casi todos afectados por rescates varios, para concentrarse en reformas económicas. Una enésima huelga en Grecia se saldaba con violentos incidentes.

Es irrelevante que cualquiera con meras nociones económicas pensara que eso de prestar al que no puede devolver, origen por cierto de toda la crisis, era tan mala idea entre naciones como entre privados y que no evitaba el riesgo de contagio, sino que más bien era el mejor incentivo de más salvamentos in extremis. Pero no lo es que los acreedores lo hayan terminado de constatar y que hayan alcanzado, junto con Merkel, masa crítica en las negociaciones europeas.

Sólo quedan dos opciones: convertir al euro en una unión financiera no prevista en los tratados, con presupuestos de ingresos y gastos decididos en Bruselas –quebrando la democracia–, o adelantar, sacando del Euro a quien no pueda pagar pero sí contaminar al resto, la reforma prevista para 2013 en que las deudas son asumidas a riesgo y ventura del prestamista. Tremenda novedad.

El entorno se anuncia más claro de lo que parece: dracma y quiebra ordenada para el que no tenga el nivel del euro, con diabólicamente complejas medidas transitorias, y euro para los demás, siempre y cuando sean capaces de hacer algo más que reformas: lograr que funcionen y hagan, palabra mágica, crecer al país. Ya no se pone nota, ni dinero, por la voluntad, sólo por el acierto.

¿Por qué nos empobrecen las catástrofes naturales?

Economía paso a paso

¿Por qué nos empobrecen las catástrofes naturales?

Juan Ramón Rallo

De ahí la muy elemental proposición de que la destrucción indeseada de bienes materiales nunca –insisto, nunca– nos vuelve más ricos. Tal vez sea por ello que a las catástrofes naturales se las llame "catástrofes" y no "bendiciones naturales".

Aunque se trate de un asunto muy manido y del que ya se ha hablado en numerosas ocasiones, el reciente terremoto de Lorca, y el no mucho más lejano en el tiempo de Japón, nos ofrece la oportunidad de volver a reflexionar sobre el tema.

Riqueza es toda aquella acumulación de bienes que nos permite, directa o indirectamente, satisfacer nuestras necesidades presentes y futuras. Tan riqueza es, aunque con distinta forma y probablemente dispar valor, un almacén lleno de trigo que un campo para cultivarlo: el primero lo podemos comer directamente para saciar nuestro apetito y el segundo nos puede proporcionar el trigo con el que hacer lo propio. En definitiva, para volvernos más ricos hemos de disponer de más bienes con los que directa o indirectamente satisfacer nuestras necesidades presentes y futuras. De ahí la muy elemental proposición de que la destrucción indeseada de bienes materiales nunca –insisto, nunca– nos vuelve más ricos. Tal vez sea por ello que a las catástrofes naturales se las llame "catástrofes" y no "bendiciones naturales".

Sentado lo evidentemente cierto, conviene, sin embargo, perder algo de tiempo refutando lo evidentemente falso y, sobre todo, explicando por qué son tantos los que compran las mercancías escacharradas de que destruir es crear y pobreza es riqueza.

Dos de los errores que más ha contribuido a popularizar el keynesianismo son: por un lado, que la medición más aproximada de nuestra riqueza no la constituye el valor de los bienes y servicios que producimos, sino la cantidad de trabajo existente; por otro, que la riqueza no nace de producir y acumular bienes que satisfacen nuestras necesidades, sino de gastar en demandarlos.

Recordemos, además, que el keynesianismo es un engendro teórico concebido en tiempos de estancamiento. En un momento de parálisis económica, como en las fases más depresivas de un ciclo, el desempleo tiende a ser muy elevado y el gasto suele congelarse. Es razonable: los empresarios todavía están recomponiendo sus planes de negocio y el conjunto de los agentes económicos está más preocupado por amortizar sus deudas que por mantener unos niveles de gasto (generalmente basados en un sobreendeudamiento previo) que son insostenibles. En esa coyuntura, pues, cualquier circunstancia, por desgraciada que ésta sea, que contribuya a reanimar el empleo y el gasto será considerada por los keynesianos como "estimulante" para el crecimiento.

Así, si un terremoto destruye varios millares de viviendas, por mucha crisis que haya, dos cosas son evidentes: la primera, que los afectados por el seísmo, aun cuando acumulen ingentes deudas y aun cuando sean muy reacios a gastar a ciegas, harán lo que sea –liquidar otros activos, endeudarse todavía más, recortar otros desembolsos...– para gastar en reparar sus casas; la segunda que, precisamente por lo anterior, existe una oportunidad de negocio bastante grande y bastante evidente en reedificarlas (sobre todo para las empresas que ya cuenten con el equipo para ello), de modo que por dubitativa que estuviera una parte del empresariado acerca de cuál debe ser su oficio futuro, durante un tiempo concentrará sus esfuerzos en construir nuevas viviendas, para lo cual contratará a nuevos trabajadores, reduciendo el nivel de paro.

Ahí lo tienen: si más gasto y más empleo equivalen a más riqueza para los keynesianos –y, por desgracia, para mucha gente que ha sido contaminada por sus ideas–, es consecuente que se tienda a pensar que las catástrofes naturales nos vuelven más prósperos colectivamente por generar, en ciertas circunstancias, más empleo y gasto a muy corto plazo.

¿Dónde está el error de tan primario razonamiento? Antes del terremoto, los agentes económicos estaban paralizados (trabajadores sin empleo, empresarios que no invierten, consumidores que no gastan...) porque no sabían cómo generar riqueza adicional sobre la ya existente. Después del terremoto se han empobrecido, de modo que esos mismos agentes pueden movilizarse durante un tiempo para reponer la riqueza que existía previamente. ¿Acaso se vuelven más ricos volviendo a producir una riqueza que previamente poseían? No, pierden tiempo y recursos; por tanto, se empobrecen. Cierto: hay más empleo que antes, pero no empleo dirigido a incrementar su riqueza sino a restituirla; cierto: hay más gasto en viviendas, pero también menos gasto, presente o futuro, en todos aquellos otros bienes que podrían haber producido y adquirido en ausencia del terremoto.

Ninguna devastación involuntaria mejora nuestro bienestar, ni siquiera cuando sustituyamos las antiguas casas –o la antigua riqueza, más en general– por otras de mejores y más resistentes. Pues, ¿por qué esperar al terremoto para remplazarlas? O, más simplemente, si de crear nuevos bienes desde cero se trata, ¿no sería preferible quedarse con los bienes viejos y con los nuevos? ¿Qué es mejor? ¿Un tractor nuevo o dos tractores, uno nuevo y otro viejo? ¿Una casa recién reformada o dos viviendas, una reformada y otra sin reformar? Puede, es verdad, que cuando vayamos justitos de espacio sí convenga destruir lo viejo para quedarnos sólo con lo nuevo –el espacio también puede ser objeto de economización–, pero en tal caso no necesitamos de terremotos, nos basta con dinamita. Al cabo, el único beneficio de los terremotos sería el de ahorrarnos el coste de los explosivos: claro que la ventaja de estos últimos es que permiten focalizar la destrucción allí donde nos conviene; la pequeña desventaja de las catástrofes naturalezas es que la generalizan de manera indiscriminada.

A diferencia de keynesianos y animistas, no confiaría demasiado en la sapiencia innata de Gaia para seleccionar con precisión cirujana qué obras deben ser derruidas con tal de maximizar nuestro bienestar colectivo. Seguro que al llenar de explosivos todo un territorio, algún error de bulto comete.

Juan Ramón Rallo es doctor en Economía y jefe de opinión de Libertad Digital. Puede seguirlo en Twitter o en su página web personal.

Forbes prevé el regreso del patrón oro

Forbes prevé el regreso del patrón oro en cinco años

EEUU podría restaurar el patrón oro en los próximos cinco años, según Steve Forbes, el editor de la revista Forbes.

Toni Mascaró

Así lo ha afirmado el millonario editor de Forbes y candidato republicano a la presidencia americana en 1996 y 2000 en una entrevista concedida a Human Events. Según Forbes, "un retorno al patrón oro por parte de los Estados Unidos en los próximos cinco años ahora resulta verosímil porque esa decisión ayudaría a la nación a resolver una variedad de problemas económicos, fiscales y monetarios."

Dice que "lo que hoy parece chocante podría convertirse en la opinión generalmente aceptada dentro de poco tiempo", ya que "un cambio así ayudaría a estabilizar el valor de dólar, devolver la confianza en los bonos del Gobierno americano entre los inversores extranjeros y desincentivaría el gasto federal insensato".

Forbes recuerda que "los Estados Unidos usaron con éxito el oro como base de valor del dólar americano durante unos 180 años hasta que el presidente Richard Nixon se embarcó en un experimento para acabar con esa práctica en 1970 que ha contribuido a una serie de problemas que el país está padeciendo ahora". Por este motivo, considera que "si el patrón oro hubiese estado vigente durante estos últimos años, el valor del dólar americano no se habría debilitado como lo ha hecho y se habría contenido el gasto federal excesivo".

El influyente editor se suma así al creciente número de figuras públicas que reclaman la convertibilidad del billete verde desde hace unos años. El congresista republicano Ron Paul, que lleva décadas defendiendo el regreso al patrón oro, ha sido uno de los más destacados divulgadores de esta propuesta que ahora está ganando adeptos. También el candidato al senado y gestor de fondos Peter Schiff. Y otros más insospechados como el ex presidente Bill Clinton, que vinculó el abandono del patrón oro a diversos problemas económicos actuales. En España, el patrón oro ha sido defendido por el Instituto Juan de Mariana.

El mes pasado, James Grant, editor de Grant’s Interest Rate Observer y autor de Money of the Mind (1992), afirmó que Estados Unidos finalmente resolverá sus problemas de déficit y deuda "necesariamente dando el paso de restablecer la convertibilidad del dólar en oro". Y añadió que "lo que este país necesita es una tarjeta de débito, lo que tiene es una tarjeta de crédito y la tarjeta de crédito es el privilegio de ser la divisa de reserva". Así, Estados Unidos "se encaminarían hacia algo parecido al dinero honesto y la virtud, la virtud fiscal".

El pasado domingo, Grant volvió a defender el patrón oro (aclarando que el de 1920 no fue un patrón oro auténtico) en una conferencia organizada por la New York Historical Society, centrándose en 6 puntos:

  • Con el patrón oro los déficits de los últimos 40 años no habrían sido posibles.
  • No se habría podido mantener los tipos de interés tan bajos que, a su vez, han propiciado la explosión del endeudamiento.
  • Con el patrón oro, las burbujas eran mucho menos severas y, sin dinero barato, no alentaban la avaricia especuladora como ahora.
  • La única forma de que el sistema bancario sea seguro es con reserva del 100% o con patrón oro.
  • Como los déficits resultaban carísimos de mantener, se fortalecía la democracia al evitar la crisis de deuda soberana.
  • El ciudadano común estaba mejor protegido frente a las burbujas originadas en el sector financiero.

En cuanto a los que se oponen al patrón oro por los costes de reajuste que supondría, Grant les comparó con los que dicen "detesto la música porque no me gusta Lady Gaga". Otro de los participantes en la conferencia afirmó que el euro es "una divisa imperfecta" y siguiendo con las comparaciones pintorescas aclaró que "todo el papel moneda" es "moneda papel de váter", aunque, en ese sentido, el dólar americano es, de vez en cuando, "de doble capa".

Pero no todos los partidarios del oro son partidarios acérrimos del patrón oro. Según el inversor Jim Rogers, "el patrón oro nunca ha funcionado realmente bien a largo plazo, ni el patrón plata, porque los políticos siempre encuentran una forma de esquivarlo. Lo devalúan, cambian las reglas o lo que sea. Basta con que te fijes en Roma". Por lo que su "solución sería no dictarle a la gente lo que debe usar como dinero. Una vez les das a los políticos el derecho a monopolizar el dinero, pueden hacer lo que les plazca". El siguiente gráfico refleja el envilecimiento de las monedas de plata durante tres siglos en el antiguo Imperio Romano.

Mientras tanto, la euforia ha llegado hasta tal punto que ha habido, incluso, quien ha vinculado la intervención en Libia con la iniciativa de Gadafi de crear un dinar respaldado por oro.

suman 201 cuerpos en las ‘narcofosas’ en Durango

México: suman 201 cuerpos en las ‘narcofosas’ en Durango

hallan ocho cadáveres decapitados en Durango

México: hallan ocho cadáveres decapitados en Durango

Entre ellos estaría el de un subjefe de seguridad de una prisión local que había sido secuestrado.

Entre ellos estaría el de un subjefe de seguridad de una prisión local que había sido secuestrado.
Foto: GETTY IMAGES

12/05/2011 - 23:12 (GMT) Entre ellos estaría el de un subjefe de seguridad de una prisión local que había sido secuestrado hace tres días.

Los cadáveres decapitados de ocho personas fueron encontrados en las últimas horas en el estado de Durango, norte de México, según informaron las autoridades.

Entre ellos estaría el de un subjefe de seguridad de una prisión local que había sido secuestrado hace tres días.

A estos ocho cuerpos hay que sumar otros ocho más encontrados en una fosa clandestina de la ciudad de Durango, donde personal militar ha exhumado en las últimas semanas casi 200 cadáveres.

el 'Bin Laden' de México

Joaquín Guzmán, el 'Bin Laden' de México

Joaquín 'El Chapo' Guzmán se encuentra prófugo desde enero del 2001.

Joaquín 'El Chapo' Guzmán se encuentra prófugo desde enero del 2001.
Foto: AFP

El aviso de recompensa por Joaquín Guzmán Loera presenta a un hombre de cabello oscuro, de unos 57 años, 1,73 m de altura, nacido en Culiacán (Sinaloa). Buscado por la Interpol y la agencia antidrogas de Estados Unidos, "El Chapo" es una "prioridad" en la lucha contra el crimen organizado de las autoridades mexicanas, que ofrecen US$2,6 millones por información que conduzca a su captura.

Tras la muerte de Osama bin Laden, el Chapo es además un firme candidato a convertirse en el nuevo hombre más buscado del mundo.

Según expertos consultados por BBC Mundo, más allá de las abismales diferencias entre quienes están considerados los líderes de al-Qaeda y el cartel de Sinaloa, ambos tienen algo en común.

Ser enemigos a batir por dos gobiernos librando batallas muy cuestionadas en su propia casa: la guerra de EE.UU. "contra el terrorismo" y la guerra de México contra el crimen organizado.

Victoria de la estrategia

Igual que Barack Obama presentó la muerte de Bin Laden como "un golpe certero al terrorismo", la captura del Chapo se presentaría en México como una gran victoria del gobierno", dice el analista José Luis Piñeyro.

Según este investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), con sede en Ciudad de México, atrapar al "capo de capos" se vendería como la mejor prueba de que la estrategia gubernamental funciona, en mitad de un clima de críticas a la política de Felipe Calderón contra los cárteles.

Y sobre todo, asegura, se vería como un logro político de la actual administración de cara a las elecciones de 2012, tras las que Calderón tendrá que ceder su banda presidencial.

El propio presidente ya ha dicho que quiere ver tras las rejas al Chapo antes de terminar su mandato. Y la Procuradora (Fiscal) General de la República, Marisela Morales, manifestó que este arresto "es una de las prioridades que existen en el gobierno federal”.

Autoridades mexicanas capturan a líder del cártel de Sinaloa

Autoridades mexicanas capturan a líder del cártel de Sinaloa

Ignacio

Ignacio "Nacho" Coronel murió durante un enfrentamiento con el ejército en el 2010.
Foto: AFP

El ejército mexicano capturó el jueves al sucesor de un líder principal del cártel de las drogas de Sinaloa, que murió en un tiroteo con soldados en el 2010.

El ejército mexicano informó este viernes que capturó a Martín Beltrán Coronel, a quien identificó como un líder del cártel del Pacífico o Sinaloa, que dirige el capo Joaquín 'El Chapo' Guzmán.

Según informó la Secretaría de Defensa, Beltrán Coronel -capturado el jueves- había asumido la sucesión de su tío Ignacio "Nacho Coronel", número tres de ese cartel, abatido en julio.

Beltrán Coronel "fue detenido en un fraccionamiento (vecindario) exclusivo de Zapopan" (oeste), una ciudad vecina a Guadalajara -la segunda metrópoli de México- en la misma zona donde fue abatido su tío, señaló en una declaración a la prensa el general Edgar Luis Villegas.

Al presentar a Beltrán Coronel ante la prensa, el militar explicó que el detenido había sido promovido como sucesor de su tío por el prófugo Joaquín "Chapo" Guzmán, máximo capo del cártel de Sinaloa.

Según el ejército, el detenido controlaba operaciones del cartel desde Centroamérica y Suramérica hacia Estados Unidos y operaba en los estados mexicanos de Jalisco y Colima, ambos ubicados en el oeste sobre el Pacífico mexicano.

Detenido presunto líder del cártel del Pacífico Sur

Detenido presunto líder del cártel del Pacífico Sur en el estado de Morelos

En México, hoy hubo marchas que en contra de la violencia.

En México, hoy hubo marchas que en contra de la violencia.
Foto: AP

La Secretaría de Seguridad Pública federal informó hoy de la detención de José Efraín Zarco Cárdenas o José Villalobos, alias "El Villa", líder del cartel del Pacífico Sur en el central estado de Morelos.

La detención tuvo lugar en Ciudad de México, a partir de la captura en abril de Miguel Ángel Cedillo González, alias "El Pica", su antecesor en el puesto.

"Zarco Cárdenas actualmente se encontraba reestructurando dicha organización, y para ello se había contactado con los grupos delictivos del Cártel del Golfo, en Tamaulipas, y de La Familia-Los Caballeros Templarios, en Michoacán", apuntó la SSP en un comunicado.

Al parecer, buscaba una tregua con Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta", líder de La Familia-Los Caballeros Templarios, y con el R1, líder operativo del Cártel del Golfo, en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas (norte del país).

La posible alianza con este podría venir de su amistad con el detenido líder del cártel del Pacífico Sur, Édgar Valdez Villareal, alias "La Barbie".

El detenido, que fue apresado junto con otro integrante del cártel, estuvo anteriormente al cargo del vínculo entre la organización delictiva y elementos de la Policía municipal pagándoles a cambio de protección.

¿Qué hay detrás del mortífero ataque para "vengar" a Bin Laden?

¿Qué hay detrás del mortífero ataque para "vengar" a Bin Laden?

"Vengar la muerte de Osama bin Laden" fue el motivo esgrimido por quienes reivindicaron este viernes el devastador ataque en Pakistán contra cadetes de la fuerza policial de ese país.

Las preguntas saltan en todas direcciones. ¿qué hay detrás de este ataque?, ¿es realmente la primera manifestación importante de "venganza" por la muerte de Bin Laden? ¿Jugó algún papel al-Qaeda?

En el doble atentado suicida murieron al menos 80 personas, la mayoría miembros de un centro de entrenamiento policial muy cerca de la frontera con Afganistán.

El blanco fue paquistaní y no estadounidense, ni se dirigió a intereses occidentales, en alerta global después de la muerte de Bin Laden, hace menos de dos semanas, a manos de fuerzas especiales de Estados Unidos.

Escena del ataque en el norte de Pakistán

El blanco fue paquistaní, no estadounidense.

El llamado "Talibán paquistaní" reclamó públicamente el ataque y las agencias de inteligencia occidentales, así como las autoridades de Pakistán, evalúan la credibilidad de esa afirmación.

Mientras tanto, analistas como el experto en temas de seguridad global, Paul Rogers, advierten de la importancia de distinguir entre los dos talibanes de la región: el Talibán afgano y el Talibán paquistaní.

El Talibán afgano, explicó en una entrevista con BBC Mundo, está inmerso "en una guerra insurgente de corte nacionalista, cuyo objetivo es lograr el mayor control posible en Afganistán".

"Por otro lado, el Talibán paquistaní –distingue Rogers- es un grupo diverso de paramilitares islamistas, cuyo blanco es el Estado civil de Pakistán y tal parece que éste grupo es el responsable de los devastadores ataques de este viernes".

Las fuerzas de seguridad paquistaníes han sido con frecuencia el blanco de ataques de esta naturaleza en el contexto de su guerra contra el Talibán paquistaní en la zona noroeste del país, señala el corresponsal de la BBC en Islamabad, Aleem Maqbool.

"El ataque de este viernes es el más sangriento de este año", señaló.

Pakistán, "blanco fácil"

En las horas que siguieron a la muerte de Bin Laden, varios analistas especularon que la respuesta violenta más inmediata se daría dentro de Pakistán mismo y que provendría de islamistas radicales opuestos al Estado paquistaní y con nexos cercanos al movimiento al-Qaeda.

"Lo que buscan estos elementos radicales en Pakistán es un 'genuino' Estado islámico y eso trasciende el ataque a las Torres Gemelas y a la guerra en Afganistán."

Paul Rogers, analista de seguridad global de la Universidad de Bradford, Reino Unido

Son ellos, y no el Talibán afgano, los que con más probabilidad están detrás de este ataque, reitera Rogers.

"El Talibán paquistaní se ve a sí mismo como parte de un movimiento global aunque fijado mucho en Pakistán mismo.

"Han actuado como receptores de miembros de al-Qaeda y es probable que haya habido intercambio de tecnología, ideas, planes y en modos de actuar en operaciones militares. Hay una conexión bastante cercana", indicó el experto de la Universidad de Bradford, en el Reino Unido.

De acuerdo con el analista, hay mucho enojo en este grupo "por la forma en que Bin Laden murió.y por la manera en que intervinieron las fuerzas especiales estadounidenses en el corazón de Pakistán".

Pero para este grupo, sugiere el corresponsal de asuntos globales de la BBC, Nick Childs, es mucho más fácil poner en la mira al Estado paquistaní, en particular, a las fuerzas armadas y la policía, que a Estados Unidos.

India y el nexo afgano

El analista Rogers insiste en poner el ataque en una perspectiva más amplia y señala que la muerte de Bin Laden podría ser sólo una excusa.

"Lo que buscan estos elementos radicales en Pakistán es un "genuino" Estado islámico y, de varias maneras, eso trasciende el ataque a las Torres Gemelas y a la guerra en Afganistán, y es parte de la inseguridad interna en Pakistán, y como tal no se ven muy afectados por la muerte de Bin Laden".

Mientras Pakistán mantiene una guerra interna contra "su propio Talibán", el ejército paquistaní no deja de buscar vínculos con el Talibán afgano.

"Las autoridades de Pakistán están muy preocupadas, casi paranoicas, por el tamaño de la influencia de India en Afganistán y ven que la mejor ruta para mantener su propia presencia es guardar nexos con el Talibán y buscar garantizar que el Talibán afgano tenga un papel de largo plazo en el gobierno de Afganistán".

Simon Johnson critica la arrogancia........

Simon Johnson critica la "arrogancia y autoritarismo" de los bancos centrales

Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional y profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT) arremete contra los bancos centrales, especialmente el BCE y la Fed, en un editorial abierto publicado en la newsletter del Peterson Institute for International Economics. El experto asegura que las declaraciones de los distintos funcionarios de ambos bancos afirmando que "hicieron un buen trabajo" durante la crisis financiera no hace más que "minar la credibilidad" de sus políticas monetarias.

"El coste real de la crisis no se mide por los beneficios o pérdidas de cualquier banco central o por si el plan de rescate bancario (TARP, por sus siglas en inglés), pierde o no dinero en sus diversas actividades", asegura Johnson. Desde su punto de vista, lo que mide realmente la eficacia de estas entidades durante el derrumbe de las subprime es la economía a pie de calle y, en ese aspecto, los números hablan por si solos. "El coste, en EEUU, ha sido de ocho millones de empleos, con una caída del empleo del 6% desde su nivel máximo", apunta.

Para Johnson, los bancos "se inmolaron" provocando un coste sin precedentes para los contribuyentes, con importantes consecuencias negativas a nivel global. El experto hizo referencia a las palabras de Dennis Lockhart, presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, que la semana pasada durante una conferencia donde el funcionario reiteró que la Fed "no debería tratar de operar en un sistema basado en el principio de beneficios privados y pérdidas públicas." Al fin y al cabo, las pérdidas son masivas, como han demostrado las circunstancias actuales, además de ser totalmente injustas.

El ex economista jefe del FMI deja claro que los beneficios privados se pueden medir directamente gracias a la remuneración de los ejecutivos. De 2000 a 2008, los ejecutivos que dirigían las 14 mayores instituciones financieras de EEUU recibieron una remuneración en efectivo de alrededor de 2.600 millones de dólares.

Los cinco mejor pagados

De esta cantidad, alrededor de 2.000 millones de dólares fueron recibidos por los cinco individuos mejor pagados, que, casualmente, fueron figuras clave en la creación de activos de alto riesgo que condujo al sistema financiero al borde del abismo. Entre ellos se encuentran Sandy Weil, Hank Paulson , Angelo Mozilo, Dick Fuld o Jimmy Cayne.

En comparación, las pérdidas públicas han sido masivas: aproximadamente 6 billones de dólares, sólo tomando como referencia el aumento de la deuda del gobierno federal. Ante esta situación, Johnson critica que los ejecutivos de los bancos siguen insistiendo en que "se les debe permitir ejecutar negocios globales, en los que se les paga en función de su riesgo".

Incrementar el capital

Los expertos opinan que los grandes bancos, los demasiado grandes para caer, deben incrementar su capital y efectivo para garantizar la estabilidad del sistema. Sin embargo, señala el profesor del MIT, "los banqueros, rechazan enérgicamente este aspecto, ya que es probable que reduzca su salario, al igual que los bancos centrales se dejan influenciar por las protestas de los ejecutivos".

El economista considera que "hay muchas ventajas de tener un banco central independiente capitaneado por profesionales que puedan mantener su distancia de los políticos". Pero cuando estas instituciones insisten en que la respuesta a la crisis fue correcta, y que todo va a ir bien pese a que los gigantes financieros que provocaron la crisis siguen operando de forma similar, "su credibilidad, inevitablemente sufre". Este hecho debería ser de gran preocupación para los bancos centrales, especialmente el europeo y la Fed puesto que, según Johnson, "la credibilidad es casi todo lo que tienen".

Perdidas semanales en Wall Street

Perdidas semanales en Wall Street: el Dow Jones se deja el 0,3%, hasta los

Cotizaciones

DOW JONES
12.595,75
-0,79%
NASDAQ 100
2.379,24
-1,19%
S P 500
1.337,77
-0,81%

La Bolsa de Nueva York se ha despedido de la semana con pérdidas en todos sus índices arrastrada por las fuertes caídas del sector financiero. De este modo, el Dow Jones ha bajado este viernes el 0,79%, hasta los 12.595,75 puntos, mientras que en toda la semana ha cedido el 0,3%. Por su parte, el tecnológico Nasdaq ha cedido el 1,21% y el selectivo S&P 500 ha caído el 0,81%.

El parqué neoyorquino moderó los descensos cercanos al 1 % que registró hacia la media sesión, pero no pudo evitar el cierre en números rojos en un día marcado por la subida del 0,4% en abril del índice de precios de consumo (IPC) en EEUU a causa del encarecimiento de la gasolina.

Los analistas coincidieron en apuntar que el ánimo vendedor de la jornada estuvo determinado también por los continuos temores que despiertan los problemas de deuda en Europa, especialmente por la delicada situación económica en la que se encuentra Grecia, de la que no cesan los rumores que apuntan a que tendrá que reestructurar su deuda.

La incertidumbre sobre el país heleno afectó hoy a la moneda única europea, que se debilitó con fuerza frente al dólar, de forma que hoy un euro se cambiaba por 1,4099 dólares, comparado con los 1,4239 de la jornada anterior.

Las financieras, a la baja

El fortalecimiento del dólar desvió la atención de los inversores hacia el mercado de divisas, lo que también influyó en los números rojos de la jornada en el mercado de valores neoyorquino.

Los mayores descensos de este viernes recayeron sobre el sector financiero, que se dejó en su conjunto el 1,33 %, con fuertes bajadas por parte de Bank of America (-2,21%) y JPMorgan Chase (-2,13%), -que fueron de los que más bajaron en el Dow Jones-, así como Citigroup (-2,1%), Morgan Stanley (-1,55%), Wells Fargo (-1,06%) y Goldman Sachs (-0,9%), entre otras.

En el Dow Jones retrocedieron además la aseguradora Travelers (-2,38%), el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (-2,12%), la química DuPont (-1,82%) y las tecnológicas IBM (-1,35%) e Intel (-1,24%), entre muchas otras.

El crudo, al alza

Tan solo terminaron en positivo en ese índice cuatro compañías: la cadena de alimentación Kraft (0,4%), la farmacéutica Pfizer (0,14%), la cadena de comida rápida McDonald's (0,1%) y el fabricante de productos para la higiene personal Procter & Gamble (0,03%).

En el mercado Nasdaq el fabricante de procesadores gráficos Nvidia se desplomó el 10,93% tras difundir unos resultados peores de los esperado, al tiempo que Yahoo cayó el 3,61% afectado por las disputas con la firma china de comercio electrónico Alibaba, de la que controla más del 40 % de sus acciones.

En otros mercados el petróleo subió el 0,68% para cerrar en 99,65 dólares por barril, el oro bajó hasta los 1.493,6 dólares la onza y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a 10 años descendía al 3,17%.

LA CÁMARA DE TORTURA NACIONAL

REFLEXIONES LIBERTARIAS
LA CÁMARA DE TORTURA NACIONAL
Ricardo Valenzuela

En días pasados los diarios del país publicaron unos datos que son para dejar la sangre helada de todos los mexicanos: a) La burocracia, nada más en sueldos, le cuesta a México casi 250,000 millones de pesos. B) La corrupción le cuesta al país otros 35,000 millones de pesos. En el reporte no se incluye los 250,000 millones de dólares que se estima robaron los políticos durante el siglo XX. Ante esta vergonzosa información yo me pregunto ¿Cómo es posible que los mexicanos hayamos permitido se fraguara esta cámara de tortura nacional? Aun más grave ¿Cómo es posible que lo sigamos permitiendo? Y lo más importante ¿Qué haremos al respecto?

¿Cómo se construyó esta cámara de tortura que haría palidecer a Torquemada?

La protección del consumidor contra las “prácticas de negocios sin escrúpulos”, se convirtió en cimiento del Estado intruso y la raíz más profunda de la corrupción gubernamental. El argumento que da vida a las monstruosas burocracias que participan en este asalto, es que los hombres de negocios, sin regularlos, se dedicarían a vender productos defectuosos, valores fraudulentos, construirían edificios que con el soplo del viento se derrumbarían. Con esa bandera los gobiernos se han dedicado a edificar sus secretarías, agencias, fideicomisos, comisiones tan “indispensables” para proteger al pueblo de la “voracidad” de los negociantes.

Sin embargo, la ambición, como bien lo señalaba Adam Smith—o más bien la búsqueda de su ganancia—es lo que verdaderamente garantiza la protección del consumidor. Lo que los colectivistas no entienden que el interés que mueve a los hombres de negocios, es lo que los impulsa a construir una buena reputación sobre bases morales para poder subsistir en el mercado. El mercado es ciego y valúa las empresas de acuerdo a capacidad para generar utilidades, es por ello que una buena reputación puede y debe ser un activo más valioso que sus activos físicos y financieros. Desafortunadamente en México se desarrolló el concepto de la familia revolucionaria, en donde más que el prestigio lo importante eran las conexiones con el establishment.

El prestigio y la reputación en una economía verdaderamente libre, es la herramienta más efectiva para competir. Los participantes con la mejor reputación son siempre los que se llevan los mejores negocios. Cuando Mike Milken era el Rey de los bonos chatarra, con una llamada telefónica lograba que sus inversionistas le situaran, ese mismo día, billones de dólares. El caso de este hombre, quien democratizó el mercado financiero en EU, es un buen ejemplo. A Milken sus “enemigos”, con ayuda del gobierno, lo tuvieron que enviar a la cárcel con juicios fraudulentos, arruinar su reputación y expulsarlo del mercado que él había creado.

Las regulaciones gubernamentales no protegen al consumidor, no fabrican productos de calidad ni proporcionan información confiable. Su única contribución es la de sustituir los verdaderos incentivos con el hostigamiento, asumiendo su papel de “redentores” de la sociedad. Cuando hacemos a un lado la montaña de papeles que producen esas burocracias, lo único que encontramos, primero es la aniquilación de la competencia—la base de las economías sanas. Segundo; la burocracia ofrece una garantía que el consumidor es el que debería de establecer haciendo sus propios juicios. A través de pasar por su colador a las empresas que cumplen con “sus requisitos” o estándares de su calidad, le afirma al consumidor que su juicio no es necesario.

El propósito de un gobierno regulador es el de no permitir en lugar de crear algo. La estructura mental de los reguladores es la de López Obrador y su grupo de cortesanos, “no pasa.” Eso se traduce en una serie de obstáculos para el desarrollo de nuevos y mejores productos y una economía moderna. Alguien que trate de construir algo en el DF, se enfrentará a un ejército de inspectores, estándares de construcción que datan de la época de los aztecas, cerrando así la puerta a las nuevas tecnologías. Los constructores deben dedicar su tiempo a cumplir con esas anacrónicas regulaciones en lugar de buscar nuevas técnicas. De esa forma, es más fácil simplemente dar la requerida mordida para poder seguir adelante.

Esto perjudica seriamente al consumidor, pero la víctima más afectada es el productor. Regulaciones retiran de la competencia la reputación que ha tomado años construir. Es una forma especial de expropiación de algo mas valioso que sus activos; su integridad. Así el acto de un gobierno para despojar negocios de sus activos físicos o devaluar su reputación “nivelando el terreno,” permanecen en la misma categoría; ambos son actos de expropiación. La legislación proteccionista es la llamado ley preventiva. Los productores están sujetos a la coerción gubernamental antes de cometer algún delito. En una economía libre, el gobierno solo interviene cuando se ha cometido fraude o se ha producido algún daño al consumidor; en esos casos la protección es la ley criminal.

El gran problema de los colectivistas es esa desconfianza a la libertad y al mercado libre, pero es su cruzada de “protección al consumidor” lo que expone la naturaleza de sus premisas. Al preferir la intimidación en lugar de incentivos y recompensa como medios de motivación, ellos declaran su concepto del hombre como un ser bruto sin capacidad para pensar, actuando en el nivel instintivo. De esa forma muestran su ignorancia del papel de la inteligencia en el proceso productivo, y de la visión a largo plazo requerida para mantener una economía moderna. Declaran su incapacidad para entender la importancia de los valores morales, que es el verdadero poder motivador de un capitalismo democrático.

En un país como EU en el que un asesino violador puede escapar el castigo de la justicia declarándose enfermo, el mercado no perdona. El capitalismo se basa en individualismo, interés personal y autoestima “Sus pilares son la confianza y la integridad consideradas como virtudes cardinales, extraordinariamente redituables demandando que el hombre viva a base de virtudes y no de vicios.”

El que no lo hace, por mas rehabilitado, el mercado no lo acepta de nuevo. Este es un sistema “superlativamente moral” que los estatistas proponen modificar sobre bases de legislación aplicable solo por excepción, oleadas de burócratas hambrientos de dinero sabiendo que la mejor forma de conseguirlo es obstaculizando el proceso, y el ancestral sistema de intimidación. Es lo que James Buchanan bautizó como “la economía de la política,” la gran enfermedad de México.

La lucha contra el terrorismo

La lucha contra el terrorismo: Un bisturí, no un martillo

por David Rittgers

David Rittgers es analista de políticas legales del Cato Institute.

No hace falta decir que la muerte de Osama bin Laden es una buena noticia. Pero más que eso, es un momento de aprendizaje sobre cómo EE.UU. debe conducir de ahora en adelante su lucha contra el terrorismo.

El asesinato selectivo es un componente esencial de la lucha contra Al Qaeda. Gran parte del debate público se ha centrado en el uso de vehículos aéreos no tripulados para llevar a cabo los asesinatos selectivos —un énfasis equivocado en los medios y no en los fines. La lucha internacional contra el terrorismo es principalmente una campaña de inteligencia, y la aplicación selectiva de la fuerza letal es más efectiva que el despliegue de grandes operaciones militares en las naciones musulmanas. Un bisturí, no un martillo, debe ser nuestra principal herramienta para combatir el terrorismo.

En cierto modo, la muerte de bin Laden no es sólo una noticia, sino un acontecimiento que confirma muchas cosas que hemos sabido durante años. El escondite de bin Laden no era una cueva, sino una mansión en un complejo residencial acomodado de militares retirados paquistaníes —lo que confirma que Pakistán es un aliado conflictivo y que elementos de su inteligencia están trabajando para el bando contrario.

La nominación del General David Petraeus para tomar el liderazgo de la CIA envió señales de un esfuerzo de inteligencia continuo contra de los terroristas internacionales. La emboscada que asesinó a bin Laden ejemplifica el nuevo enfoque de la administración Obama. El éxito brillante de esta operación muestra la notable mejora que ha experimentado nuestra capacidad de inteligencia a lo largo de la última década.

La muerte de bin Laden resalta que Al Qaeda no logró su meta imposible: el establecimiento de califato musulmán global que viviese bajo su visión nihilista del mundo. Tan pronto Al Qaeda hubiera dejado huellas para que el personal de operaciones especiales de EE.UU. atacara o bombardeara, serían aniquilados. Al Qaeda en sí no representa una amenaza existencial para EE.UU. –pero puede provocarnos a sacrificar nuestra sangre, recursos y libertades a tal punto que no reconozcamos la sociedad que nos propusimos defender.

Ahora es el momento de reflexionar acerca de nuestra política de lucha contra el terrorismo. Los terroristas no son sobrehumanos. Tenemos que priorizar el gasto en seguridad nacional adoptando las medidas más efectivas, tal como lo hacemos en cualquier otra área. El terrorismo es una táctica empleada por actores débiles con la intención de conducir a sus víctimas a la histeria y a la reacción exagerada.

Bin Laden describió su estrategia exactamente en estos términos: “Todo lo que tenemos que hacer es enviar dos combatientes musulmanes al punto más al este para que levanten un manto donde esté escrito ‘Al Qaeda’, y de esta manera hacer que los generales estadounidenses se apresuren a llegar a este lugar, causándole a EE.UU. pérdidas humanas, económicas y políticas”. Es hora de dejar de jugar este juego de la manera que Al Qaeda quiere que lo hagamos y traer de vuelta lo antes posible a nuestras tropas en Irak y Afganistán. El camino sostenible en la lucha contra el terrorismo comprende una mezcla de cooperación de inteligencia, acción directa, y entrenamiento de aliados regionales, no la utilización de tropas a perpetuidad como una fuerza policial para el tercer mundo.

EE.UU. necesita este momento. Con tres guerras, una economía que no levanta y una continua pelea partidista respecto al presupuesto, esta buena noticia puede darle al país un nuevo aliento. También es apropiado que el presidente haya ordenado el ataque luego de jugar golf y antes de asistir a la cena para los corresponsales de la Casa Blanca: contrario a los mejores esfuerzos de Al Qaeda, la vida sigue, las cicatrices de una nación sanan y EE.UU. perseverará y prosperará.

Celebrar el día de la victoria sobre Obama bin Laden no es el fin del camino, pero no deja de ser un hito importante. Ojalá este momento le permitirá cerrar un capítulo a aquellos que perdieron a seres queridos el 11 de septiembre de 2001 o durante la década de guerra que hemos experimentado desde entonces. La muerte de bin Laden constituye una estaca en el corazón de un enemigo perjudicial para la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

De dictadores y lacayos

De dictadores y lacayos: los ominosos paralelos de Chávez y Humala

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por Carlos Atocsa

Carlos Atocsa es Jefe del área jurídica del Instituto Pacífico y miembro de Acrata. Obtuvo su título de Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y fue editor de la revista Ortodoxia Liberal.

Hace como seis años, una empresa de televisión por cable local incluía en su paquete el canal estatal venezolano VTV (Venezolana de Televisión). Esta estación propalaba “Aló Presidente”, una especie de maratón televisiva de la más baja estofa, en donde Hugo Chávez fungía de moderador (¡vaya ironía!) y se encargaba semanalmente de bravuconear sobre su revolución “bolivariana” y hacerles recordar a los demás quién mandaba en su país. Lo veía de vez en cuando, absorto, siendo testigo de cómo un pueblo, en pleno siglo XXI, sucumbía a la más primitiva campaña de demolición de sus instituciones democráticas y de su economía.

Ante el auditorio mejor pagado de la nación (ministros, generales, funcionarios, militantes gobiernistas, etc.), el líder del autodenominado “socialismo del siglo XXI” contaba chistes (que curiosamente todos, al unísono, encontraban muy risibles), ordenaba el cierre de medios de comunicación, anunciaba confiscaciones y estatizaciones, promovía la ocupación de predios de propiedad privada, azuzaba a sus hordas (los temibles “círculos bolivarianos”, armados y financiados con recursos públicos) a amedrentar a los seguidores de la oposición, entre otras tropelías. Y todo en vivo y en directo.

Observando a todos esos sujetos que, imperturbables, tenían que asistir horas y horas aplaudiendo y festejando las ocurrencias del líder del cual dependían sus sueldos, me preguntaba yo si esas delirantes imágenes podían repetirse en mi país.

¿Existirán en el Perú personajes como ese José Vicente Rangel (que fungió de vicepresidente y de canciller), Aristóbulo Istúriz (un mediocre lisonjero que fue ministro de educación), Nicolás Maduro (un rufián que llegó a ser nada menos que el presidente del Poder Legislativo) o Mario Silva (el conductor con modales de sicario de ese esperpento televisivo llamado “La Hojilla”, que varias veces se ocupó del Perú), todos estos impresentables secuaces y lamebotas que son tan indispensables en toda dictadura?

Pues sí, sí existen, y están embarcados todos en la versión peruana del modelo chavista, la del teniente coronel Ollanta Humala. Está Omar Chehade, un discreto abogado que hoy es candidato a la primera vicepresidencia, que se arroga el dudoso mérito de ser campeón de la lucha anticorrupción cuando su propio estudio asesoró a Julio Salazar Monroe (un conocido cómplice de Montesinos), mientras él ostentaba el pomposo cargo de procurador anticorrupción. Está Javier Diez Canseco, que ya resignado a no ser el “Lula” peruano (él fue el primero en seguir de cerca el proceso del PT brasileño) le ha vendido esa idea, no a un sindicalista como Mario Huamán (el líder de la central obrera peruana), sino a un militar fascista como Humala (que gustosamente la compró por pura estrategia electoral, ya que en los hechos su propuesta sigue siendo chavista), en una demostración más de lo extravagante e incoherente que es esta propuesta política.

Pero también están esos oportunistas de última hora que, bajo el efecto Bandwagon, se han subido al Jeep de Humala. Están Kurt Burneo, que junto con su ex líder Alejandro Toledo acuñaron antes de la primera vuelta la frase “salto al vacío” cuando se referían a la candidatura de Humala y que, en un acrobático salto dialéctico, ahora sostiene —convertido en el responsable de defender la reducción o jibarización1 de ese mamotreto estatista que es el plan de gobierno chavista de Gana Perú a un inofensivo documento de dos hojitas2, en un caso más de descarada tomadura de pelo al electorado— que no era para tanto y que en verdad se trataba de un “salto a la piscina, pero con agua [sic]”; Humberto Campodónico, que hasta ahora no nos explica por qué las políticas estatistas bolivianas en materia de hidrocarburos, que tanto alababa y que terminaron en un estrepitoso fracaso con el reciente “gasolinazo”, puede ser exitoso ahora en nuestro país; Baldo Kresalja, que promovió en el 2004 la regulación estatal de los contenidos en los medios de comunicación; o Francisco Eguiguren, que después de publicar varias decenas de artículos y libros sobre el fracaso de la Constitución de 1979, esta vez, al parecer, se apresta a ser protagonista estelar de la desaparición de la actual de 1993.

Son los tontos útiles (useful idiots), en la expresión atribuida a Lenin, que todo dictador necesita en su travesía al poder. Luego los empleará y cambiará3 o los expulsará con desprecio por tener ese origen oportunista y porque incluso a ellos les resultará intolerable el nivel de servilismo que les exigirá el autócrata, que para mantener su régimen no conoce otra forma de lealtad más que no sea la sumisión absoluta.

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