Tuesday, May 10, 2011

EL MAL NO MUERE DE CAUSAS NATURALES

MUESTRAS DE VIOLENCIA EN VENEZUELA
Cuando Chávez fue recibido por Fidel Castro en el año 1994
Por Mercedes Montero

Un tema que lamentablemente no se puede soslayar en la Venezuela de hoy, donde el derecho humano a la vida deja de existir cada día, especialmente en hombres con edades comprendidas entre los 16 y 35 años.

Revisemos unas cifras tomadas de publicaciones en medios de comunicación.

1/3/11 En Caracas 12 personas fallecieron abaleados en las 48 horas anteriores a esta fecha, mientras que en el estado Carabobo murieron nueve personas y ocho en el estado Zulia. Sus edades eran 23 y 29 años, el menor y mayor respectivamente.

6/3/11 Caracas Muertos a tiros 3 jóvenes y heridos mujer y niño en San Agustín.
7/3/11 Maracaibo un joven de 29 años fue asesinado la noche de ese Domingo, cuando se resistió al robo de un teléfono Blackberry..
8/3/11 En el estado Carabobo, en las primeras 72 horas del asueto de Carnaval, según los reportes forenses de Valencia y Puerto Cabello, se habían contabilizado 13 homicidios, seis en Valencia, dos en Libertador y Carlos Arvelo; uno en otras zonas De las 13 muertes violentas, 12 fueron ocasionadas con arma de fuego y una por heridas con arma blanca.
8/3/11 En el Centro Penitenciario de San Juan de Lagunillas, estado Mérida, murieron 4 internos y 10 resultaron heridos. El hecho ocurrió durante la visita dominical. Se dijo que hubo un tiroteo en uno de los pabellones y luego arrojaron una granada. Al parecer el motín se generó durante un “cambio de gobierno” entre reclusos. Es decir en las cárceles hay tanta o más violencia que en las calles.

En Venezuela las noticias sobre la violencia desatada no están son “bien vistas”, por esa razón la información está espaciada

27/3/11 Caracas. Fiesta en Mamera, un barrio pobre termino con 4 muertos y el 28/3.11 un productor del canal Venezolana de Televisión, fue asesinado a tiros en la madrugada en una arteria principal de tránsito para robarle su vehículo
29/3/11 93 muertes violentas en solo 4 estados durante fin de semana.

2/4/11 Escolta de vicepresidencia mato a inspector de la PM.
5/4/11 Asesinado sargento adscrito al Regimiento Guardia de Honor. Muerto cabo de la PM de un disparo en la frente.
12/4/11 Mataron a hermano de un testigo del caso del sumergible. Asesinaron a 21 tiros a Policía Militar. Recluso de La Planta muere de 17 puñaladas.
Entre el 14 y 17 /4/11 hubo 40 muertes violentas en Caracas
16/4/11 Hampa mata a 8 personas y CICPC a 8 secuestradores.
17/4/11- 4 mujeres mueren cada día víctimas de la violencia de género
19/4/11 De acuerdo con cifras extraoficiales, durante ese fin de semana fallecieron 71 muertes de manera violenta en 5 estados. Distribuidas así: 30 personas en Caracas, 12 en el estado Zulia, 15 en el estado Carabobo, 8 en Aragua y 6 en Lara.

25/4/11 28/4.11 – Violencia causo 91 muertos en asueto de Semana Santa.

27/2/11 Propinan 40 disparos a joven de 25 años

28/4.11 – 66 homicidios en 8 días De manera extraoficial se supo que, entre las 6:00 am del viernes 15 de abril y la misma hora del sábado 23, al menos 66 cadáveres víctimas de la violencia ingresaron a la Medicatura forense de Bello Monte. Trascendió que alrededor de 30 cuerpos pertenecían a hombres con edades comprendidas entre 19 y 30 años

30/4/11 Asesinado estudiante para robarle una moto dentro de la UCV conmueve a estudiantes.

Se calcula que el 95% de estas muertes quedan impunes, de acuerdo con Paulo Sergio Pinheiro, quien ha sido el integrante de la CIDH encargado de los casos de Venezuela durante los últimos seis años, el gobierno venezolano se ha negado a a la visita de esa Comisión para revisar la situación de los derechos humanos en el país, arguyendo que existe animadversión hacia Venezuela y acusándola de ser una marioneta del “imperio” , transformándose en el único estado que se niega a recibirlos, Así como también el único que no cumple con las recomendaciones y medidas de protección dictadas por este organismo a favor de las víctimas de la violencia en el país. Los venezolanos somos quienes salimos perdiendo

A esto se le suma lo reportado en el informe presentado ante esa misma Comisión por parte del Comité de Familiares de Víctimas del Carachazo* (Cofavic), por cierto “Tres años antes de que Hugo Chávez intentara tomar el poder por la fuerza, izquierdistas venezolanos vinculados con La Habana buscaban sacar provecho a un esperado estallido popular para derrocar al ex presidente Carlos Andrés Pérez, siendo dotados con armas y guiados personalmente por Fidel Castro, según reveló un oficial venezolano de alto rango”, acaba de ser reseñado en el Nuevo Herald. Igualmente, en la Vicaría de Caracas y Sinergia en el que denunciaron que 77 defensores pro garantías fundamentales fueron atacados y agredidos entre 2007 y 2010 en el país y que el 90% de esos casos continúan en la más absoluta impunidad.

Es decir las víctimas de la violencia y los defensores de los DDHH, son víctimas de la agresión gubernamental. Cómo podemos vivir en paz y con tranquilidad en un país en el que la violencia pareciera ser una política de estado para mantener a la población sometida a un estado de sumisión.

EL MAL NO MUERE DE CAUSAS NATURALES

EL MAL NO MUERE DE CAUSAS NATURALES

La operación de Bin Laden es la reivindicación idónea de la guerra contra el terror. Fue posible gracias precisamente a la enorme infraestructura de corte militar que inventó la administración Bush post-11 de Septiembre, un feroz marco de captura e interrogatorio, de ataques de unidades de comando y de bombas liberadas. Sin todo esto, la operación nunca podría haber tenido lugar.

Por Charles Krauthammer

Dos meses y un día antes del 11 de Septiembre, el experto en terrorismo Larry C. Johnson publicaba "La Deteriorada Amenaza Terrorista", una columna en el New York Times en la que criticaba el hecho de que "los estadounidenses se ven importunados por fantasías de terrorismo", cuando, en realidad, "la década que arrancó en el 2000 seguirá la tendencia bajista" en el terrorismo letal.

Nada más lejos.

Una década más tarde, Osama bin Laden está muerto y vuelve el antiguo coro de complacencia pre-11 de Septiembre. La guerra contra el terror ha terminado -- una vez más, al parecer. Bin Laden no era sino "una distracción", escribe Peter Beinart, y la guerra contra el terror "un error desde el principio". El 11 de Septiembre no fue sino "un suceso aislado", aduce Ross Douthat. Y "bin Laden siempre fue el caballo débil".

La nueva dispensa post-bin Laden afirma que la década entera de guerra contra el terror fue una reacción exagerada -- patente en la propia operación de bin Laden que, destaca un crítico, se parece mucho a una labor policial, del tipo propio de las fuerzas de orden público en el que John Kerry insistía en 2004 como el prisma adecuado a través del cual abordar la amenaza terrorista.

Todo lo contrario. La operación de Bin Laden es la reivindicación idónea de la guerra contra el terror. Fue posible gracias precisamente a la enorme infraestructura de corte militar que inventó la administración Bush post-11 de Septiembre, un feroz marco de captura e interrogatorio, de ataques de unidades de comando y de bombas liberadas. Ese régimen, por supuesto, acompañó a la guerra más convencional que tumbó a los talibanes, dispersó y diezmó a al-Qaeda y convirtió a bin Laden en un fugitivo.

Sin todo esto, la operación de bin Laden nunca podría haber tenido lugar. ¿De dónde salió la información de Inteligencia que condujo hasta Abbottabad? De muchos sitios, incluyendo cárceles secretas de Rumanía y Polonia; de terroristas capturados y secuestrados, sometidos luego a interrogatorio, a veces "duro" o "avanzado"; de los detenidos en Guantánamo; de una enorme infraestructura burocrática de espionaje y vigilancia electrónica. En otras palabras, de la infraestructura de la Guerra Global contra el Terror que los críticos, incluyendo al propio Barack Obama, lamentaban como trágico desvío de la rectitud estadounidense.

Todo era no sólo antiamericano, dicen ahora los revisionistas, sino también innecesario.

¿En serio? Nunca podríamos haber rematado la incursión de bin Laden sin una considerable presencia militar destacada en Afganistán. Los helicópteros salieron de nuestra importante base en Bagram. El punto de inicio de la operación fue Jalalabad. Los vehículos no tripulados dedicados al espionaje sobrevuelan Pakistán por obra de una alianza (inconstante pero indispensable) forjada con Estados Unidos para librar la guerra en Afganistán.

Hasta la guerra en Irak jugó un papel (imprevisto). Tras su derrota y expulsión de Afganistán, al-Qaeda eligió las turbias aguas de Irak como frente central de su guerra contra América -- y sufrió una abrumadora derrota, particularmente humillante cuando sus correligionarios árabes sunitas se levantaron para unirse a los infieles estadounidenses para someter a la organización.

Bin Laden nos declaró la guerra en 1998. Pero no fue hasta el 11 de Septiembre que le tomamos en serio. Momento en el cual respondimos con una declaración de guerra propia, ofreciendo la respuesta brutal, implacable y atroz que la guerra exige y que la labor policial prohíbe.

Incluyendo la ejecución de bin Laden. Está claro que nunca hubo intención de capturarle. Y por motivos evidentes. Hacerlo habría sido demencial, al concederle gratuitamente una segunda vida de inmensa publicidad en una tribuna mundial desde la que hacer propaganda.

Fuimos para matar. Es lo que se hace en guerra. Haga eso en medio de la labor policial -- y habrá cometido asesinato. Los Navy SEAL que apretaron el fatídico gatillo se enfrentarían a cargos, no se les impondrían condecoraciones.

¿Que quiere usted decir que ya hemos ganado la guerra? Perfecto. Al menos es una propuesta discutible. Después de todo, la guerra contra el terror acabará un día y volveremos a vigilar policialmente al chiflado terrorista puntual. Yo diría, sin embargo, que si bien la muerte de bin Laden marca un punto de inflexión extremadamente importante en la lucha contra el yihadismo, es prontísimo para declarar victoria.

Bien, una cosa es debatir si se ha terminado o no. Otra muy distinta es afirmar que la llegada de este día feliz -- durante el que hasta podemos debatir si se ha alcanzado la victoria -- no tiene nada que ver con la guerra contra el terror de la década previa. Al-Qaeda no se hunde sola. No se retira del campo, habiendo visto los errores de sus formas. No desaparece por alguna ley inexorable de la historia o de la naturaleza. Se retira a causa de las terribles derrotas que sufrió una vez América decidió coger las armas contra ella, una campaña conocida como la guerra contra el terror.

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